sábado, 4 de diciembre de 2010

no vuelvo a caer: el siguiente es blanco.

Como un día más, hoy me dirijo a ti, querido ordenador:
Me apoyo en el dulce tacto de tus teclas, frente a tu pantalla, brillante, fija e imponente, con una suave música de fondo, más familiar, aun, que mi propio nombre.
Hoy mismo, a día 4 de diciembre, te susurro al micrófono, y te guiño un ojo con la “web cam”, preparo mi cita durante horas y horas, me pinto y maquillo, vierto todo mi mejor perfume sobre mi cuerpo frío, preparo una gran gran lista con posibles temas de conversación (los que ya me conocéis sabéis de sobra como son esas listas mías), y hasta he ensayado frente al espejo antes de ponerme a dialogar contigo.
Es entonces cuando me siento preparada para el gran discurso que en unos segundos comenzaré. Y entonces empieza: con un “hola qué tal” al que tu no respondes. Prosigo con una rápida “¿?”, con intención de llamar tu atención, pero nada.
Me empiezo a poner nerviosa, después de tanto tiempo, como mi aliado, mi amigo, mi mano derecha en todo momento, ¿me dejas de lado?, pero la pregunta más acertada sería, ¿por qué o quién?, ¿qué? ¿has encontrado unas manos más suaves o una voz más sensual, o una imaginación mucho menos liante que te cuente cosas más sencillas y entretenidas? No tienes ni que que decirme que No soy graciosa, eso ya lo sé, nuca he sabido contar chistes y lo tengo más que asumido. Si no recuerdo mal, el último que conté se llamaba “qué explosión”, y en lugar de eso, lo que provocó fue un gran silencio y un cri-cri de fondo, junto con tres o cuatro caras sonriendo esperando a que “llegara la gracia”.
Supongo que la pregunta es demasiado fácil de responder para una mente tan compleja como la tuya. ¡ pero mira que eres listo!
A continuación comienzan los sudores, el carraspeo de garganta, la palidez y el intentar pensar en otra cosa mientras miro a la pantalla cada “tantos segundos” por si acaso me has contestado: igual te lo has pensado mejor y has decidido volver a hacerme caso.
Pero NO. “bueno, qué más da, ¿Quién necesita un compañero de hace ya 7 años, con las teclas medio salidas y que se “reinicia” cada dos por tres por “problemas técnicos”? Pero, inconscientemente me atisba un leve sentimiento de melancolía, quiero pensar que es leve, ¿enserio te has estropeado para…siempre? Y voy a dar especial importancia a esa última palabra, ya que yo, no la llego a analizar en su totalidad: SIEMPRE: Para toda la eternidad, la vida y no vida, el resto de toda la existencia y la ya nada, ¿puedes imaginártelo? no sé a vosotros, pero a mi se me hace tan pero que tan tan grande.
Aunque no, no me cambies de tema pillín, me has dejado de lado portátil toshiba, ¡con la de cosas que he hecho yo por ti!:
te he comprado numerosas fundas, para que no pillaras un constipado, te acariciaba casi todos los días y te daba mimos, y para colmo, cuando estabas resfriado te llevaba a tu médico, ¡y así que me lo agradeces!, está bien saber que ya no se puede confiar ti.
Sé que no me vas a responder, que no me volverás a aclarar nada y que, desde hace como unos tres años (cuando caducó tu garantía) te has despreocupado totalmente de mi. Así que, tranquilo, te olvidaré, pero ¡eh! ya sabes lo que te espera ¿no? Vas a pasar a la caja de cartón de donde viniste de aquí a un mes, advertido quedas: Para reyes me pediré un MAC.

1 comentario: