martes, 1 de febrero de 2011

luz, merci.

Casualmente ayer me cegué, si si si como lo oís: me quedé mirando muy fijamente al resplandor de mi mesilla de noche, y a los "X" segundos, comprobé que, en efecto, no veía absolutamente nada, la oscuridad se había apoderado de mi dirigiera la cabeza arriba o abajo. Llegué a asustarme por un instante, hasta me levanté de la cama cuando vi que los colores no llegaban. Y fue ya, en medio del pasillo cuando comencé a reconocer formas, en concreto, mi figura de hace diez años en una foto en blanco y negro de tamaño DIN-A2 colgada en la pared. Un suspiro de alivio corrió inconscientemente por todo mi cuerpo de una extremidad a otra, solamente había sido un "susto", un pequeño resplandor sin demasiada importancia, pero que, sin o no tan sin querer, me hizo pararme a recapacitar, como de costumbre, sobre el paso del tiempo.
En el momento en que de verdad pude "abrir los ojos" me vi reflejada en aquella foto, con el pelo bastante más corto y la sonrisa más angelical si, pero "eso" había sido yo.
Fue entonces cuando la idea y yo nos chocamos de repente, y nos reconocimos de inmediato, como cuando ves a alguien por la calle y al no saber de qué te suena, te quedas el resto del camino pensando de qué conoces a esa persona. Y de repente, ZAAAAAAS!, te acuerdas de que era ese chaval de la última fila en primero de la eso, con gafas de culo de vaso y bastante calladito, con el que nunca entablaste conversación porque era "raro".
En medio de mi pasillo, y con cara de idiota, la boca abierta y clavando mis ojos en los de una niña inocente de apenas seis años, me invadió una especie de náusea en la boca del estómago, una náusea muy, pero que muy extraña.
Sin pensármelo, corrí hacia el salón, y cogí de una vez mis doce álbumes de fotos de cuando era pequeña. Buscaba algo, no sabía entonces muy bien el qué, pasaba las hojas sin demasiada atención, a velocidad de la luz: maría hablando por teléfono con 2 años, maría en su primer baño, maría en reyes del 98, el primer día de colegio de maría, maría disfrazada de girasol, maría en una representación teatral, MARÍA MARÍA MARÍA MARÍA...
Acabé con todos de una sentada en unos pocos minutos y, al terminar me sentí aun más vacía. Busqué muchos más "loquefueran": recorrí toda la casa, y encontré como otras cincuenta imágenes sólo de "maría". ¡Maldita luz cegadora! era sin duda lo que pensaba.
Me sentía completamente hueca por dentro, como si mi alma se hubiera esfumado y mis pies quedaran pegados con superglue al suelo de mi casa.
En estos casi 17 años, no había sido capaz de llenarme con otra cosa que no fuera "YO". Era superficial, materialista y tan solo me preocupaba por mi misma. Paradójicamente después de no ver nada lo vi todo de golpe, y todo se lo adebo a Edison, por su gran invento.
Desde hoy en adelante, rezaré a mi lámpara de noche antes de acostarme todos los días. Gracias a su luz, hoy soy capaz de reconocer mi arrogancia y cinismo.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡¡¿¿¿¿Has madurado... así... tan de repente???!!!.
    Un abrazo.
    Me gusta lo que escribes

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  2. María soy Cande :)
    Me he pasado por aquí, he leído algunas cosas de las que has escrito y me gustan. Ya había leído leído cosas de tu tabón del tuenti y me habían gustado.
    La última entrada está muy bien, en serio, ahora leeré otras con más detenimiento.
    Yo me acabo de hacer blog, ayer mismo, y aún estoy intentando aprender a manejarme.
    En el mío todo el aún provisional, el fondo, la letra, los colores... todo. Pero bueno, sería genial que te pasaras a echarle un vistazo!

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